El ABC de Dios
Déle una oportunidad al Señor.Normalmente los pastores y predicadores, que tenemos ovejas que alimentar, siempre le pedimos a Dios dirección en qué temas tocar con la iglesia, siempre buscando material para compartir con los hermanos.
Recientemente me crucé con un material maravilloso y aunque es muy básico, el Espíritu Santo me hizo ver la necesidad que tenemos de volver al ABC de Dios — en realidad, el ABCDE.
Hay diversos niveles de cristianos, dependiendo de los años en el evangelio. De todas formas a todos nos hace falta ese repaso de las cosas básicas. Veamos el plan de salvación: amor, bajada, Cristo, decisión, eternidad.
Miramos lo que dice la Biblia acerca de cada punto de este plan:
Amor
Dios nos ama. (Juan 3:16–17; Efesios 2:4–5)
Nuestro Creador es el Dios de amor. Nos ama tanto y quiere estar en relación con nosotros. Esto fue Su plan desde el principio.
Bajada
Bajamos (caímos) en el pecado, lo cual nos separa de Dios. (Romanos 3:23; Romanos 3:10; Efesios 2:12)
Por lo que pasó en el Edén, el hombre está separado de Dios. Pecado trae separación. Y separación trae la muerte eterna. Muchos creen que después de esta vida todo se termina. Pero la Biblia nos dice algo diferente. (Eclesiastés 11:3; Hebreos 9:27)
Cristo
Dios tenía un plan de antemano — Su Hijo. (Juan 3:18; Juan 14:6; Romanos 5:8; 1 Corintios 1:18; 1 Corintios 15:3–4)
Cuando entre Dios y el hombre lo que hay es pecado y maldad, tiene que haber un sacrificio, alguien debe pagar por el pecado. Es como en la tierra, usted mata a alguien, ¡lo agarran y se va a la cárcel! Pero Dios proveyó el sacrificio. Así que, ¡la muerte no tiene que tener la última palabra! Dios envió a Su Hijo, Jescristo, para pagar la deuda del pecado. Este es Su plan para sanar el problema de la separación. La muerte y resurrección de Cristo es el pago.
Para todos los que andan en las calles, viviendo lo mejor de sus vidas en placeres del mundo, esto de los cristianos “es cosa de locos”, pero para nosotros que lo hemos experimentado, es poder y vida. Es libertad.
Decisión
La decisión es completamente suya. (Romanos 10:9–10; 1 Timoteo 2:5; 2 Timoteo 3:15)
La decisión de a dónde usted pasará la eternidad la tiene que tomar usted antes de morir. Una vez que usted muera, no hay rezos ni plegarias familiares que lo saquen a usted del lugar dónde está. Dios nos ha dado lo necesario para tomar esta decisión.
Eternidad
Recibir a Cristo en su corazón afecta tanto el presente como la eternidad.
Jesús está esperando que tomemos la decisión más importante de nuestras vidas. La que cambiaría nuestro rumbo aquí en la tierra y va a determinar donde pasaremos la eternidad.
Si usted no acepta el pago que ya Jesús hizo, lo tendrá que pagar usted al morir y la paga es infierno y separación eterna de Dios. (Proverbios 28:13; Romanos 6:23)
Pero Jesús nos invita a algo diferente. Nos invita a que recibamos la nueva vida que solamente Él puede darnos. (Juan 10:9; 2 Corintios 5:17)
Hemos visto el plan ABCDE de Dios — el plan de salvación: amor, bajada, Cristo, decisión, eternidad.
Así que, si usted está leyendo esto y no ha tomado esta decisión, no oprimas la dulce voz del Espíritu Santo. Déle una oportunidad al Señor. No hay ninguna fórmula para aceptar a Jesucristo sino creer, confesar y recibir. Para hacer esto, usted puede orar algo como la siguiente:
Señor Jesús, creo que Eres el Hijo de Dios que moriste por mis pecados y resucitaste. Reconozco que solamente en ti hay salvación.
Gracias por el sacrificio que hiciste en la cruz del calvario.
Me arrepiento de mis pecados y te pido que me perdones.
Borra la maldad de mi alma.
Envía por favor Tu Espíritu Santo a mi corazón.
Necesito Tu poder para rechazar lo malo y caminar en Tu perfecta voluntad.
Te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida.
Gracias por Tu amor, Tu perdón, Tu gracia y por la nueva vida que me entregas hoy.
Dios, todo Te lo pido humildemente, en el nombre de Tu hijo Jesucristo.
Amén.